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¿Deben garantizar las marcas las actualizaciones de Android en sus terminales?

¿Tienen que garantizar las marcas las futuras actualizaciones de Android para todos sus móviles?

¿Cuántas veces no habremos escuchado las quejas de cualquier usuario con un móvil Android en lo referente a las actualizaciones del sistema y el retraso de la marca en aplicarlas a su terminal? Que si el Sony Ericsson Xperia X10 tardó meses en abandonar Eclair, que si el HTC Desire va por el mismo camino con Android Gingerbread… El problema es generalizado con casi todos los smartphones del sistema operativo móvil de Google, que salgan de fábrica con una versión concreta no implica que vayan adoptando sucesivas actualizaciones al mismo tiempo que otros smartphones y, ni siquiera, que vayan a hacerlo. Pero, ¿realmente las marcas de móviles deben garantizar todas las actualizaciones de Android en sus terminales? ¿Es un derecho que contraemos sólo por el hecho de ser poseedores de sus smartphones? Hoy vamos a analizar este peliagudo tema, y lo haremos desde el punto de vista de usuarios y del de las marcas que nos venden sus terminales.

A todos nos gusta ver como nuestro móvil se ve mejorado por las nuevas funciones que se van incluyendo en las sucesivas versiones de software, independientemente de la potencia de la que disponga nuestro Android. ¿Por qué otro ha recibido la actualización y no el mío? Está claro que queremos lo que tienen los demás, por algo hemos desembolsado una buena cantidad de dinero por un smartphone que, con el paso del tiempo, independientemente de que este sea corto o largo, se ha quedado desfasado por otros móviles que han salido a la calle posteriormente. Pero, ¿tenemos razón cuando pretendemos que se materialice este deseo? La obligación de todas las marcas es la de proveer garantías de que el aparato funciona correctamente según sale de serie, garantizando el soporte por dos años, en el caso de Europa, ante cualquier problema que pueda surgir de software o de hardware. Y aquí no vienen incluidas las actualizaciones de Android ya que estas no comprenden una simple resolución de problemas, sino que incluyen mejoras y nuevas funciones con las que competir contra otros contrincantes del cada vez más apretado mundo de los sistemas móviles. Por tanto, si realmente no suponen un tema de vida o muerte a nivel de uso, ¿por qué tanta indignación por el hecho de que el fabricante no nos actualiza nuestro móvil?

Actualizaciones de Android. ¿Obligatorias o no para los fabricantes?

En el plano de estas actualizaciones, existen dos tipos: las que lanzan las marcas directamente para solucionar bugs de sus terminales y las que incluyen una nueva versión de Android, esté personalizada o no por el fabricante o el operador. En este sentido, resulta tan complicado el tema de adaptar las nuevas versiones a un smartphone concreto que no deja de ser lógico que los fabricantes orienten sus esfuerzos a implementarlas en los nuevos dispositivos en lugar de hacerlo en los ya existentes. ¿Esto es un motivo que recriminarle a la marca hasta llegar llegar a los niveles del insulto? Es algo que vemos todos los días en este blog, en Facebook y en todas las páginas y foros relacionadas con Android, el tema de las actualizaciones en un asunto verdaderamente peliagudo que consigue alterar hasta al más calmado. Aunque hemos de valorar si realmente todas estas reivindicaciones acaban siendo lógicas. Al fin y al cabo, ¿nos quejaríamos si el fabricante de nuestro coche pretendiera cobrarnos por la instalación de las mejoras de otros modelos sucesivos? ¿No nos cobran por las siguientes versiones del sistema operativo de nuestros ordenadores? Valoremos positivamente a aquellas marcas que siempre tratan de implementar las actualizaciones de Android en los terminales antiguos, pero tampoco criminalicemos a aquellas que no ponen el mismo esfuerzo, siempre y cuando no se nieguen estas actualizaciones a aquellos teléfonos lanzados inmediatamente antes. O planteemos un sistema de pago por actualizar, si todos obtenemos beneficios seguro que los fabricantes se esmerarían más en portar las actualizaciones de Android.

Las actualizaciones de Android no son obligatorias para los fabricantes, a pesar del deseo de sus usuarios

En cuanto compramos un smartphone con Android, o cualquier otro teléfono, este posee una vida limitada, lo queramos o no. Eso no quiere decir que vaya a dejar de funcionar, claro, aunque sí que no podremos disfrutar de todas las funciones que vayan adquiriendo sus hermanos de menor antigüedad. La potencia siempre será más limitada, así como su número de usuarios potenciales, cuestiones que dificultan enormemente las posibilidades de adaptación de nuevas versiones. ¿Es esta una excusa? Puede que no, pero así es el progreso: lo que estira de la evolución es siempre lo más moderno, no lo que ya lleva más tiempo en el mercado. ¿Estáis de acuerdo con eso? ¿Pensáis que los fabricantes de móviles deben de adoptar obligatoriamente las nuevas actualizaciones a todos sus terminales, independientemente de su antigüedad? Esperamos vuestros comentarios, tanto de un bando como del otro.

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