Desmontando mitos en Android: las baterías

Hace ya algún tiempo, desde 4ndroid, creamos un post titulado “Desmontando mitos en Android” donde intentamos desmitificar varias de las leyendas que acompañan, ya desde sus inicios, al SO Android. Hoy vamos a ampliar la información que dimos de una de ellas que afecta, no solo a los móviles Android, sino a todos los nuevos smartphones cuyo ámbito de aplicación está orientado mucho más hacia el sector multimedia que hacia el propio suyo de telefonía móvil. Hoy hablamos de las Baterías Li-ion.

Introducción

Una de las mayores quejas que tenemos todos los usuarios de smartphones es la duración de nuestras baterías. La potencia de nuestros terminales, actualmente capaces de grabar en HD e incluso ofrecernos capacidades 3D como el LG Optimus 3D, ha aumentado a un ritmo vertiginoso que no ha sido seguido por la tecnología que sustenta nuestras baterías. La última tecnología aplicada a las baterías de nuestros dispositivos desde hace ya un par de décadas (1990) es la de Li-ion (Iones de Litio) y, no siendo mala dicha tecnología, ha traído consigo muchos mitos y rumores que ya se han quedado como verídicos con el paso del tiempo. Tan arraigadas quedan estas leyendas que, actualmente, no se extraño comprobar como seguimos haciendo uso de “la primera carga completa de 24h” tras agotarla por completo previamente, cosa que, si seguís leyendo, veremos como no es nada recomendable.

Vida de la Batería

Como todo en este mundo, tiene una vida finita. Esto es así también en las baterías que alimentan nuestros equipos, por tanto, es un dato muy interesante a tener en cuenta los ciclos de carga al que la hemos sometido a lo largo de su existencia (por ciclo de carga se entiende la operación que lleva desde que el dispositivo se apaga, por si solo, hasta que se le recarga al 100%). No es lo mismo tener una batería que ha tenido 100 ciclos de carga, que una que haya tenido 200 ciclos. Es interesante y curioso comprobar como este dato se mantiene al día entre los usuarios de Portátiles, y no es difícil encontrar foros donde se venden dichas baterías dando este dato entre sus características principales. El segmento “elitista” de MAC lleva este dato como imprescindible para sus ventas. Curiosamente, dichas baterías, disponen de la misma tecnología que la utilizada en nuestros dispositivos móviles, por tanto, se puede extraer de este dato que, cuantas más cargas (ciclos) se le haga a nuestro dispositivo, menos durará su batería o, mejor dicho, menos cargas le quedarán para finalizar su existencia.

Los iones de Litio también envejecen

Dicho así, se podría pensar que, desde el momento de fabricación de la batería, esta ya empieza su línea de degradación aun si ser usada. Es así de cierto. Estudios al respecto indican que, toda batería en condiciones normales de “sin uso y temperatura óptima”, se degrada entre un 15% y un 20 % cada año a partir de su fabricación. Por tanto, no es útil comprar una batería de repuesto y tenerla almacenada para cuando se nos muera la otra. Los Iones de Litio envejecen con el tiempo aun cuando no se les haya sometido a ciclos de carga.

Descargar la Batería

Este es, con toda seguridad, la “manía” más arraigada entre los usuarios de dispositivos con baterías: descargar la batería al completo. Esta manía es una reminiscencia que nos viene de anteriores tecnologías donde el “efecto memoria” de las baterías era patente, caso de las fabricadas con Ni. La tecnología de Ion-Li no tiene “efecto memoria“. Es sucedáneo cargar la batería cuando esté al 80% o a al 10%, de hecho, casi es peor lo segundo. Si os dais cuenta, nuestros dispositivos nos avisan que la carga de nuestros terminales está agotándose y, una vez se apaga el mismo por completo si no lo hemos puesto a cargar, es posible encenderlo y hacer uso del mismo durante cierto tiempo más hasta que se vuelve a apagar, y así, sucesivamente hasta que ya no se enciende más. Este motivo es, sencillamente, porque los fabricantes se han preocupado en hacer que no se desgaste completamente la batería en nuestros terminales, ya que puede llegar a cortocircuitarse si cayera demasiado su carga. Por tanto, no es bueno, ni recomendable, agotar nuestro dispositivo hasta el extremo, encendiendo sucesivas veces el mismo una vez ha llegado a apagarse por falta de batería.

Cargas sucesivas y continuas

Este es otro de los grandes mitos que conviven con nosotros. Poner a cargar constantemente una batería de Li-ion no acorta su duración más que un uso normal de la misma. Uno de los motivos que han propiciado este mito, viene dado por falta de información. Es muy cierto que cuando se realizan largas cargas y se mantiene cargándose el dispositivo más allá del 100%, la vida de las baterías sufre un importante decrecimiento. Para poder interpretar correctamente este dato, debemos incorporar dos variables más que se nos suelen pasar: Calor y Voltaje. Los factores que más drásticamente acortan la vida de la batería son el calor y el voltaje. Una batería cargada al 100% contiene mayor “excitación” y, por consiguiente, mayor corrosión que afecta a sus iones y produce mayor tensión en ellos. Tener cargándose una batería continuamente (típico caso de tener un portátil con su batería conectado siempre a la red, se trabaje o no con el) con el terminal apagado, provoca un calentamiento “extra” a la batería y una carga continua que aumenta significativamente su voltaje en un porcentaje que puede llegar, incluso, a ser peligroso. Aun cuando es cierto que la mayoría de cargadores actuales para estas baterías, cortan la tensión una vez han alcanzado las baterías el límite de carga, la mejor opción para cuidar nuestras baterías de la mejor manera posible, es hacer cargas al 100% pero con el terminal encendido, de este modo, el mismo terminal nunca dejará que se consiga un 100% de carga peligroso o, dicho de otro modo, no permitirá que se alcancen “picos” de tensión y su consiguiente corrosión interna favorecida por la excitación de los iones.

Poca carga no implica peor servicio

Las baterías de Li-ion nos aportan, además, una característica nueva que sus anteriores compañeras de Ni-MH o Ni-Cd no podían aportarnos, el desgaste lineal. El desgaste lineal de las baterías nos asegura que se mantendrán perfectamente todos los servicios que el terminal nos ofrece hasta que se apague por completo, por tanto, no es cierto que con menor batería nuestro GPS (por ejemplo) no funcionará igual que si estuviera al 100%. Por contra, presentan un número de ciclos inferior a sus predecesoras y necesitan una temperatura media para rendir correctamente al 100%, por tanto, no es buena idea tener el terminal cogido a la rejilla del aire del coche, y el Aire Acondicionado puesto. Esto nos puede provocar humedad interna en el terminal debido a la condensación del aire, y que nuestra batería trabaje por debajo de su umbral de funcionamiento correcto. Del mismo modo tampoco será bueno si está puesta la calefacción, claro está.

Cualquier Cargador sirve

Esta afirmación rotunda merece una más rotunda descalificación por nuestra parte. No es cierto que cualquier cargador vale para nuestras baterías de Li-ion, deben ser los apropiados puesto que, si se usara un cargador de Ni-Cd o Ni-Mh para cargar una batería de Li-ion , la batería podía explosionar o incendiarse. Los cargadores para las baterías de Li-ion son de voltaje constante y su promedio de carga para obtener el 100% es de tan solo 3h.

Conclusión

Como hemos podido observar, no son pocas las leyendas que hay referentes a las Baterías que usan nuestros dispositivos. Una vez leído este post podemos llegar a una conclusión: actualmente, las baterías de nuestros dispositivos cumplen perfectamente con las necesidades que de ellas se precisan, siempre y cuando, tomemos una serie de precauciones lógicas para optimizar su rendimiento.

Una vez más, os hemos demostrado como se cumple el lema “leyenda” en Android:

“Leyenda es una narración oral o escrita, con una mayor o menor proporción de elementos imaginativos y que generalmente quiere hacerse pasar por verdadera o basada en la verdad, o ligada en todo caso a un elemento de la realidad. Se transmite habitualmente de generación en generación, casi siempre de forma oral, y con frecuencia experimenta supresiones, añadidos o modificaciones”